Reconocimiento tardío.

Frambuesa... Aún tengo ese sabor en mi lengua; y no sé porqué dicen que 'cuando el sabor de la boca es dulce, es por que uno está alegre y viceversa' já... Mi boca en estos momentos sabe a berries, y no estoy alegre.
Tampoco estoy triste.
Tengo un poco de rabia.
Rabia por algo que pasó hace más de un mes, pero no entiendo, por que en el momento, no sentí nada más que vergüenza... Hoy, hoy no. Ahora llegó ese sentimiento que se había escondido quizás donde...

-Hagan una descripción psicológica y física de ustedes chicos...
-Un retrato.
-Sí señorita, un retrato...

Me agradaba la idea de expresar como soy, como 'me observo'... Pero...

-Profe, ¿puedo expresarlo en tercera persona?
-¿Porqué señorita Domínguez?
-Fluyen más las emociones. Me cuesta mucho menos así. ¿Puedo?
-Bueno, con tal de retratar lo que usted 've'

Comencé.
Llené una plana completa, y es que aún quedaban otras actividades y descripciones por hacer... Me gustó mucho como quedó mi 'autorretrato'.
Terminé todas las actividades, y entregue mi trabajo.
Muchos días pasaron, y el muy tarado, sentado frente a mi, con dos compañeros más al rededor, me entregó la tarea, revisada.
Yo la estaba re-leyendo, y me la quitó -ya estaba acostumbrada a eso, había confianza, entonces sólo sonreí, tomando eso como lo que era, una broma- la comenzó a leer en voz alta... Leyó la primera parte de mi 'autorretrato'...

Ella es Alta, delgada. Su mirada es tímida y confiada... Usa chasquilla y frenillos...

En fin, leyó aproximadamente siete líneas... siete líneas que decían mucho de mi. Mucho de 'ella'.

-Alto. No tiene que hacer eso...
-Pero Francisca... qué es eso de 'mirada tímida y confiada' -decía el profesor, riéndose con esa puta mirada tan burlesca-
-bueno... es lo que yo veo de mi; usted, profesor... debería saber y entender la literatura, y no reírse de ella.
-'ella' -seguía riéndose... como si mi expresión facial no dijera 'pare, me da vergüenza. no me moleste más, viejo idiota'-
-Yo. Así me veo yo.
-bien, jajaja, si nadie le dice nada...

Yo le quité mi trabajo, tomé mi bolso, mi chaleco y me fui al comedor... Llena de una mezcla entre pena y vergüenza... 'Qué se cree' pensaba, y a veces murmuraba, como si la señora del almuerzo fuera a decirme 'huy si este caballero siempre hace lo mismo'... o lo que fuera -siempre ha sido copuchenta, pero esta vez no, por suerte-... Entonces llegué a la mesa, me senté por ahí y llegó mi amiga...

-Uf, qué te pasa... ¿Porqué esa cara?
-Nada. No me pasa na-da. -respondí de super mala forma, con una expresión que mi amiga descifraba mejor que yo misma...-
-Ok, ok. Te dejo sola mejor...

Uno: Un nada puede destruir muchas cosas, pero una expresión, muchas más.
Dos: Ese 'nada', hay que decírselo a un desconocido, por que si se lo dices como respuesta a una amiga, entenderá que en realidad es un: déjame sola por favor, que no me siento bien, y no quiero tratarte mal a ti.
Tres: Hay que saber distinguir cuando es tristeza, y cuando es ira.
Cuatro: Si no lo sabes distinguir, no te preocupes, tu amiga, la que escucha 'el nada', si lo logra diferenciar.
Cinco: Lo malo del punto cuatro, es que tu te das cuenta dos meses después...
Seis: Tarde te percatas del sentimiento real, pero lo escribes, y lo que a un principio era el descubrimiento, la rabia, ahora es sólo un puñado de letras que sacan el sabor de tu lengua, y te hacen sonreír. Recuerdos.

1 han escrito lo que sienten:

Anónimo dijo...

Que hermoso.. que profundo y real.

 

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