Una bonita enfermedad



-¿Cómo te llamas? -inquirí sonando infantil, para comunicarme con ella.
Se limitó a inclinar la cabeza y mirarme. Estudiarme. No sé si es por mi pelo corto, o mis dientes grandes, pero siempre me pasa. Niñas pequeñas caminando por la calle, se giran a mirarme, y para no quedarme atrás, me giro y les miro detenidamente.
Ella era diferente. Sentada en la tercera silla color rosa de la salita blanca llena de colores de la academia... Sólo me sonrió.
-No tiene nombre -interrumpió Eduardo quien estaba a su lado.
-Si tiene -afirmó Gabriela, quien siempre andaba con una bufanda celeste a rayas.
-Sí -confirmé -Sólo que nosotros no sabemos.
Dejé que cada niño tomara su violín y comenzara a tocar, cada uno con su estilo mientras la pequeña no quitaba sus curiosos ojos de mi.
-¿Estás bien? -volví a preguntar para ver si algo andaba mal.
Sin respuesta. Muchas sonrisas.
A la hora de salida, sin haberle oído una sola palabra, me acerqué a su madre.
-¿Todo bien? -dijo al verme junto a ella.
-Supongo... -dudé- No ha dicho una palabra en todo el día. Tal vez sea por su primera clase.
-No lo sé... La llevé al médico y dice que debo hacerle exámenes, psicólogo tal vez..
-¿Porqué? ¿Qué le pasa?
-Se la pasa todo el día en su habitación, dibujando estrellas y cosas raras en las paredes... Supongo que el tener amigos imaginarios es normal a su edad pero... Ni con sus hermanos juega... Ha pedido un violín, y aquí la tienes.
-Imagina. ¿Es buena?
-Muy -respondió exagerando su expresión. Yo comprendí.
-Nada de psicólogos. Ella es diferente. Ella es una niña. Lo que tiene no es más que niñez.
Me miró casi como lo hacía su hija a un principio. Debió comprender que a mi ni los doctores ni sus diagnósticos erróneos pudieron cambiarme.
La pequeña observadora se acercó a mi, haciendo un ademán de despedida, besando mi mejilla y susurrando su nombre muy bajito:
-Valentina...
Sí. Ella era como un espejo, y nunca podrían cambiarla.
Perfecto, pensé para mi.







5 han escrito lo que sienten:

JUAN, manuel ☮ dijo...

talvez cuando grande valentina, sea como tu *-*
con una grangrangran imaginación (R)

pepe dijo...

No sé si más que núnca.. o cómo siempre.. ví todo tan real..
Oculta una infinidad de cosas bellas..ojalá su madre puedadarse cuenta que no es ni rara ni distinta ni menos que los demas niños..

especial..
una niña mucho muy especial.
Bella(:*

Anónimo dijo...

¿Una enfermedad? creo que yo padesco de esa patología, creo que los padres que se mejoraron ya comprenderlo no podrán, aunque quiera, sabes algo me gusta de esa enfermedad sufrir, es entretenido dibujar estrellas en las paredes y conversar a veces telepáticamente con tus amigos imaginarios, dicen, y lo es, yo lo sé, no quiero dejar de tener esa enfermedad, ojalá sea como un cáncer, y haga metáctasis y se propage por todo su cuerpo haciendo que dibuje una estrella en cada rincón del planeta.

m a r i e dijo...

Se la pasa todo el día en su habitación, dibujando estrellas y cosas raras en las paredes.

Que bonito!
Yo tambien pedi un violin, una vez.

pintando jirafas dijo...

Que lindo.. me encanto.
Senti como todo sucedia ... el corazon de valenina debio de apresurarce mucho al oir esas palabras.. a veces solo se requiere de personas que nos entiendan.. pero pocos usan empatia.-

 

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