En el aedopuedto, con Daniel.

Es un caos.
La mujer de cara ovalada, de físico ovalado, de ojos pequeños y mal maquillados me mira, debe ser por mi vestimenta, qué se yo. O tal vez por mi maleta, rectangular y llena de estampas. Da caladas como loca a su cigarrillo, está tensa, lo sé. Cuando vota el humo, entrecierra los ojos, y le quita respiros a su vida, muchos.
Frente a ella, hay una mujer con facciones preciosas. Es regordeta, tiene el rostro bronceado y aires de bondad. Su sonrisa es clara, clara como su nombre. Que coincidencia, pienso. Sostiene a un bebé en sus brazos, y le canta. Le sonríe. Y no le importa estar despierta toda la noche porque el pequeño no se duerme.

Cuando uno es bebé, lleva poquito en el mundo. Por eso solo observa, llora de la pura pena al ver como ha cambiado desde la última vez que lo visitó, y no habla (pues no se acuerda del lenguaje verbal, y solo ocupa expresiones que nacen desde el fondo del corazón), pienso.

Más hacia el fondo, hay una mujer rubia, de aspecto demasiado descuidado y vulgar; habla de su hija, y por lo que oigo, es una puta.
Su esposo, con una melena canosa que le llega hasta los hombros, me mira y me sonríe.
A su lado derecho, un hombre que tiene pinta de ebrio, y otro que parece haber consumido alucinógenos.

¿Qué hago aquí? me pregunto. Debería estar con Vania, recorriendo la ciudad. Ella cantando a toda voz, ¿y yo? fotografiando junto a ella a la gente que me llama la atención.

¡Hey! se me acerca un pequeño, que no ha de tener más de dos años. Su madre le llama Daniel.
Daniel, el de los ojos de miel. -¡Que ojos tan bonitos! -le susurro, y me sonríe. No habla. Quizá no tenga nada que decir aún. No con palabras. Y se pone a dibujar. Dibuja con un lápiz verde, rayas al azar. Y luego ocupa el pegamento; une las dos hojas, y yo lo observo. Se da cuenta de aquéllo. -¿Es un secreto?- le pregunto. Asiente con la cabeza. Vuelve a sonreír.
-Mis lápices los dejé donde el 'Dodi'- me dice, sorprendiéndome. Que simpático me pareció el hecho de que no pudiese pronunciar la erre. 'Dodi', repetí.
~


-Tú... -masculló Daniel mientras observaba a la chica sin nombre, escribir en su cuaderno rojo- ¿tú escdibes un secdeto, veddad?

Adorable...
Ella, sólo sonrió.
Hablaba solamente con el corazón.

10 han escrito lo que sienten:

Anónimo dijo...

Como siempre es un placer mi señorita.
Como siempre es un deber. Antes de dormir...

de dormir bien (:

"A", de Anónimo.

Anónimo dijo...

Y ese comentario le llegó hasta el fondo del corazón :)

Un muás muy grande ;)

Lu dijo...

me encanto: "ella, sólo sonrió.
Hablaba solamente con el corazón"

:)

pepe dijo...

Lo mas lindo de los niños, es que son niños y lo que más me gusta es que hagan lo que hagan siempre será apreciado, si un niño habla modulando perfectamente todos lo felicitaran y lo celebraran y si aun no es capas de pronunciar la R, todos lo van a amar por que es el niño más tierno del mundo :)

m a r i e dijo...

Es la mejor forma de hablar.

Nadie dijo...

Rayar tu habitación, con crayones lo quiero hacer yo *-* Es que el día llegará, y contigo deseo hablar, una misión para Muñeca llegará.

Te amo, siempre.

Belén dijo...

Te pillo. sabe que tu escribes con el corazón ;)

Besicos

Martín dijo...

Que bacán... me gustó. Tienes mucho detalle para contar las cosas. Mucha ternura (para mí envidiable jaja). En fin, ¿cómo será Islandia?

Muchos éxitos

Anónimo dijo...

gacias pod el delato, es dealmente bonito!

=0D

un beso!

Anónimo dijo...

qe decir esto es talento en expacion algo uniko... y me ENCANTO y te felicito por ese don tan uniko y lindo ...
t qiero me encanto muxa frans
cuidte espero seguir leeindo casas tan buenas como estas

 

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