Abstinencia de la conciencia

Me duele el corazón.

Debe ser por el pañuelo que rodea mis costillas, con firmeza. Un simple adorno de vestimenta, sí. A eso te acabo de reducir.

El viento entra, justo donde estoy, en medio de los pensamientos menos indicados para ese momento. No los manejo, y nada pude hacer entonces.
Mi espalda está fría ahora... El mejor plan de esa corriente era hacerme desaparecer por un momento de ese lugar, lográndolo fácilmente.
Mis manos estaban una sobre la otra, apoyadas en el escritorio de madera; mi cabeza descansaba sobre ellas, con un parlante a cinco centímetros de cada oreja. Mi cuerpo retumba sobre la silla giratoria...
La cámara fotográfica está junto a mi, queriendo llamar mi atención para llevarme hacia el pasado en cuestión de segundos.
Me pica una mano, quien sabe si algún significado existirá para eso. No me importa.
Hay un libro que me observa, me llama, me grita, clama por un poco de mi atención. 'Más tarde' le digo... Sabiendo que sí me escucha.
Hay un objeto especial, que me teletransporta lejos, muy lejos de aquí, y me abraza, como si yo fuese su debilidad.
Detrás mío, hay un instrumento musical, que no pidió permiso: sólo se limitó a decirme un par de verdades con su letal musicalidad. Le entiendo, sé la impotencia que debe sentir al verme llorar, sin nada a su alcance por hacer; Lo observo con cariño, interpreto un par de canciones que aprendí solo con mi buen canal auditivo, no es nada espectacular, pero al menos ambos sonreímos otra vez.
A mi izquierda hay una hoja de papel, en el suelo. No sé como llegó ahí... Pero creo que fue parte del plan también; no me di cuenta cuando ya no me quedaban espacios en blanco para poder expresar, se había acabado el espacio. Vacié todo. Ahora solo faltaba llevarlo a algún lugar y guardarlo. Para tenerlo siempre y cuando lo necesitase. Lo dudo. No eran buenas cosas las que allí expresé. En fin...
Mi perro me mira con esos ojitos de tristeza que siempre ha tenido. Me provoca ternura, mirarle, escucharle gemir sin motivos. Quejandose de lleno, que ironía. Un par de palmadas en su cabeza en señal de cariño y ya está.
Debe sentirse tan solo como yo.
De pronto al girar, me encuentro con ese dibujo. Uno que comencé en clase de arte, mientras explicaban no sé qué. Ese dibujo que tanto me decía en medio de esos días grises del invierno pasado. Ese dibujo que tanto me permitió soñar...
¡Pasado! grité tratando de calmar mi absurda melancolía.
El teléfono comenzó a sonar... Me incomoda su ruido, pero no contesté. Sabía que podría ser él, y no quería retroceder todo lo que había tratado de correr, muy lento.



Qué más da. Sólo estoy bajo el agua, meditando, conteniendo la respiración a ver si puedo morir solo un poco...

12 han escrito lo que sienten:

Anónimo dijo...

mi humilde opinion, el jugo le quedo demasiado agrio, al menos para mi... agrio.. me pica en la garganta, demasiado... demasiado real.. demasiado...
Muy bonito, muy real...

Javiera Marshmallow dijo...

cuando ese amor se convierte en objeto, y lastima y duele.. y no permite disfrutar de las demas cosas que nos rodean, debe condenarse al olvido... el relato me llevo x cada sensacion e imagine cada encuentro, imagino ese papel pidiendo ser escrito, el instrumento musical, que quiere proporcionar las melodias para sanar el alma, el libro, que posiblemente cuente historias, de esas que cuando las lees, te sentis enriquecido x dentro y x ultimo los dibujos... fueron poderosos, quiza xq son creaciones propias... y ahi todo se descarga..


pero el agua limpia, y la meditacion ayuda...

y las sensaciones oniricas del relato desprenden en otras sensaciones de revivir...

de que todo en clarion, va a estar vivo una vez más.. y asi por la eternidad de la galaxia..

pepe dijo...

prometeme que sólo será un poco.. :*

Belén dijo...

Hay días que es nocivo todo, hasta una llamada de teléfono!

Besicos

Unknown dijo...

Hi! What a cool blog you have, I don´t understand Spanish but I enjoy the photos!!

have a nice day

hugs a Swedish girl in Asia

Espérame en Siberia dijo...

Pues sí. Son cosas de la vida, ni qué hacerle.

¡Un abrazo!

Espérame en Siberia dijo...

Tu texto también me ha encantado, es muy bueno. Muchas veces he visto películas así, donde alguien está bajo el agua repasando toda su vida tratando de morirse un poco. Yo no sé si haría lo mismo, o de la misma manera. Me da miedo morir ahogada jajaja.

Besos :)

Dara dijo...

Un poquito nada más, solo un instante.


Un miau

rOo RAMONE dijo...

Dicen que el amor no duele,
pero creo que todos lo hemos sentido.
[...]
No te olvides de revivir
y así sobrevivir al día.
Un beso


Bonito blog.

Anónimo dijo...

Esperando para nacer denuevo, en uno de esos cientos de saltos al vacío que aveces pierden su sabor, que aveces conservan escencia, y que aveces te hacen rebotar con fuerza contra el pavimento....
Esperando para nacer, y para ser.

uno de tantos viajes en la caprichosa vida.

JUAN, manuel ☮ dijo...

whoa Franelì ~

Florencia Madeo Facente dijo...

Ay, mirar hacia el pasado es tan propio de los soñadores. En cierto modo es más romántico que mirar hacia el futuro, como los científicos...
Pero muchos se olvidan que, la verdadera esencia del tiempo, es el presente, correlacionado con ambos.

Bellas palabras...un saludo.

 

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