No las perderás, nunca.

Llegó de una reunión con la profesora de mi colegio. La profesora de Isabel.
-¿Cómo te fue papá? -pregunté mientras jugaba a aplastar los cojines del sillón.
Él se limitó a hacerme una seña con la mano, una seña de que todo iba bien.
No le creí. Se había ido irritado, y volvía triste.
Sentados en la mesa, listos para el almuerzo, a eso de las tres veinte, me miró, suspiró, y se largó a llorar.
-¿Papá?
Estaba extrañada, demasiado. Sorprendida, atónita es poco...
A lo largo de mi vida, nunca había visto a mi papá llorar. Nunca... Nunca hasta hoy.
Me acerqué, traté de abrazarle, pero fue inútil. El llanto no se detenía, ni con sus esfuerzos por disimularlo siquiera...
Almorzamos. Todo en silencio.
Isabel aprovechó un momento conmigo a solas, y trató de enterarse...
-¿Es por mi culpa? -musitaba con los ojos abiertos, y el rostro rojo, muerta de culpabilidad.
Él la escuchó.
-No hija... No es tu culpa... No te asustes -le calmaba.
-¿Qué pasa? -insistía Isabel.
Mi padre... Volvió a llorar.
-Isabel, sube -le ordené.
Debió haber estado muy preocupada, ya que subió sin discutir.
-Papá...
-No puedo, no puedo -susurraba en medio de esos sollozos que recién venía conociendo.
-Está bien... No digas nada, no digas nada -le abrasé.
Trató de relatar esa media hora que estuvo con la profesora conversando, pero inevitablemente rompía a llorar.
-Tengo que salir -dijo al fin.
-¿Dónde?
Llamó a Isabel, ella bajó. La abrazó con todas sus fuerzas y nuevamente le dijo "tranquila, no hiciste nada malo."
Luego me abrazó. Yo lo estreché con todas mis fuerzas -todas las que pude sacar luego de ver a mi papá llorando de esa manera-.
-Quiero contarte... No quiero que te quedes con la incertidumbre... -se disculpaba.
-Quedate tranquilo -repetía una y otra vez.
Sin embargo el dolor de su corazón hizo que de pronto, todo lo que había contenido quizá desde cuando, explotara.
-¿Sabes? Todo es culpa mía Fiorella... Todo... Yo... -se detuvo por que las lágrimas no le dejaban expresarse- Yo no sé... Es mi culpa... Isabel se siente tan... Tan sola... Y yo siempre creí que el que se sentía solo era yo. Desde chico me he sentido inferior al resto, es lo que precisamente ella siente, y todo, todo el mundo se ha dado cuenta, menos yo. ¡Menos yo que viví y sentí lo mismo! preocupándome por cosas económicas que al final, cuando jubile, no llenarán el vacío que ustedes dejen.Y ahí quedaré. Toda mi vida, toda la vida laboral que he tenido, que ha sido sacrificada, quedará en nada. Ustedes se van a ir, ¡se van a ir! y yo, yo no voy a tener recuerdos. Voy a volver el tiempo atrás, y en mi memoria habrá solo trabajo. ¡De qué me sirve leer y leer libros si no me doy cuenta del dolor que carga mi propia hija! Ustedes... Ustedes casi ni me ven... ¿Y yo? yo me acabo de dar cuenta que estoy completa y absolutamente ausente, lo gritan, lo gritan al mundo, pero yo no escucho nada...

El llanto lo ahogaba, lo ahogaba tanto como a mi.
Me dolía mirarle, preferí unirme con más fuerza. Abrazarlo como si fuera a desaparecer.
Sus palabras, lo dañaban más que cualquier otro castigo... Era como si estuviese echándose a propósito ácido en la piel. Una piel dañada. Todo por la rabia, la rabia que le daba, haberse sentido siempre menos que el resto... La rabia que le daba no poder respirar por eso... ¿Y ahora? Ahora se le sumaba la rabia, el dolor, la angustia, el miedo y la desesperación de saber que junto a él, y a cargo de él, había una niña de once años que sentía exactamente lo mismo... Su hija. Su Isabel.

2 han escrito lo que sienten:

pepe dijo...

Espero que de una u otra forma todo le sirva a Isabel.. lo necesita..Y espero que Fiorella y su hermosa/bella/magica capacidad, pueda ayudar a su padre; con el ejercito de amor todo se convierte en una tarea muy linda.

Gracias por esto :*

Conitanza dijo...

Mujercita de mil colores... has enamorado mi corazoncito : )

Te escribo aquí y no en lo último que haz subido porque al leerlo lloré... sí sí! Lloré y fui a buscar pañuelos para secar esas pequeñas lágrimas que mojaron mis mejillas, sonrié, reí y dije "ooh malvada niña que ha robado mi corazón!", así, sin premeditarlo.

Es una situación similar a la que he pasado, por la que aún paso. Pero en fin! La vida es loca e increiblemente querible ~♥


Un cariñoso abrazo, estimada Franelí

 

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